jueves. 28.03.2024
tofo
Tofo en un codo.

 La gota es una de las formas de artritis más dolorosas

La mayoría de la gente sabe poco de la gota. Algunos pueden recordar al abuelo de la familia Cebolleta, una historieta creada por el dibujante Vázquez en 1951 publicada por Editorial Bruguera, en la que el abuelo era famoso por contar historias sin fin de su juventud, por su larga barba blanca, y por llevar vendada desde el talón al pie la pierna derecha a causa de su gota.

Otros saben que es la enfermedad de los reyes porque varios de ellos la padecieron, entre ellos Carlos V (imagen: silla de Carlos V), quien tuvo ataques periódicos desde los 28 años, Felipe II, Luis XIV y Enrique VIII, unos cuantos emperadores romanos y los Papas Julio II, Clemente VIII e Inocencio XI y que estaba relacionada con los excesos en la alimentación y en la actividad sexual.    

A casi todos les suena a algo antiguo, que ya no existe. Desgraciadamente, no sólo no es así, sino que en las sociedades occidentales se ha detectado un aumento de su incidencia, llegando a afectar en los Estados Unidos al seis por ciento de los adultos varones y a más de cien mil personas en nuestro país. Nueva Zelanda es el país con mayor número de casos.

Pero ¿qué es la gota? La gota es una de las formas de artritis más dolorosas. El dolor es causado por cristales que se sitúan en las articulaciones y formados por el ácido úrico cuando se encuentra en exceso en la sangre. Típicamente aparece en la base del dedo gordo del pie pero puede aparecer en otras articulaciones e incluso en la oreja.

El ácido úrico procede de la descomposición de unas sustancias llamadas purinas que se encuentran en muchos alimentos. Se acumula en la sangre cuando el cuerpo aumenta la cantidad de ácido úrico que produce, cuando los riñones no lo eliminan suficientemente o cuando se consumen muchos alimentos ricos en purinas.

Se atribuye ese resurgir de la enfermedad a la fructosa añadida a las bebidas refrescantes cuyo consumo está muy extendido en algunos países. La fructosa, como su nombre ya parecía indicar, está en las frutas pero en cantidades cuyo consumo no supone riesgo de aparición de la enfermedad. No es así con los refrescos.

Se pensaba que era una enfermedad metabólica pero hoy en día se considera que también es un trastorno inmunitario.  En efecto, cuando se detectan cristales de ácido úrico en las articulaciones se produce una respuesta por parte de los neutrófilos, que son uno de los tipos de glóbulos blancos y esa actuación desencadena el dolor, que puede ser bastante intenso. Si se repiten los ataques las articulaciones se deforman y se llegan a causan lesiones en los huesos. La imagen muestra un tofo, un abultamiento en las articulaciones, en este caso en el codo.

El tratamiento hoy en día no se limita a eliminar el dolor ya que la gota puede ir asociada o tener consecuencias cardiovasculares y de funcionamiento del riñón. La curación combina el uso de alopurinol, un compuesto descubierto después de la Segunda Guerra Mundial y que disminuye la producción de ácido úrico con una modificación de los hábitos alimenticios, reduciendo el consumo de carne, especialmente rojas y vísceras, marisco y alcohol y obtiene buenos resultados.

La enfermedad de 'la gota' aumenta en España