El guitarrista, cantante y compositor Eduardo Falú falleció cuando acababa de cumplir 90 años de edad. Exquisito guitarrista, había nacido en la norteña provincia de Salta, de donde salieron buena parte de los mejores exponentes de la música de origen folklórico del país.
Con más de 200 temas registrados, compuso con algunos de los mejores poetas de su época, como César Perdiguero, Jaime Dávalos, Manuel J. Castilla, Buenaventura Luna o León Benarós. Con Borges hizo un tema llamado José Hernández y con Ernesto Sábato una cantata, Romance de la Muerte de Juan Lavalle, grabada con la voz de Sábato en la parte del relato. Con la Camera Bariloche, uno de los conjuntos de música de cámara más importantes del mundo, grabó su Suite Argentina, concierto para flauta traversa, corno y orquesta de cuerdas. Su formación como músico recibió un fuerte impulso gracias al tiempo en que estudió armonía con Carlos Guastavino, uno de los grandes compositores de la música argentina.
“Siempre sostuve que la música es importante, pero si no estuviesen estos poetas magníficos, que pintaban el paisaje con señorío, hoy mi obra no sería popular”, dijo en una ocasión. Y señaló su aporte a la interpretación al señalar: “mis obras tienden un puente entre lo popular y la música culta, a través de la guitarra; podría decir que con la guitarra no solamente rasgueo, sino que le busco otros elementos”.
Cuando la música folklórica argentina conoce su momento de máximo esplendor, entre los años 50 y 70 del siglo pasado, Eduardo Falú integra el plantel de primaras espadas –como Los Chalchaleros, Mercedes Sosa, Ariel Ramírez, José Larralde o Jorge Cafrune- que llevan la música popular por toda América Latina e incluso Europa. Visitó en muchas ocasiones España, Francia y Japón, donde fue una verdadera figura.
Además de sus discos como solista, tocó con la mayoría de los mejores artistas de la música popular argentina: Tonada del Viejo Amor, con Mercedes Sosa; con el Chango Nieto y Juan Carlos Saravia –de Los Chalchaleros-, La Nostalgiosa; con su amigo Alberto Cortez, a quien visitaba cuando estaba en Madrid, llegó a grabar en un popular programa, Argentinisima, una inolvidable versión de Por qué será que parece; en Internet también se puede encontrar un encuentro con Atahualpa Yupanqui, en el que éste recitaba y Falú lo acompañaba con la guitarra; y con Ariel Ramírez y Los Fronterizos, interpretando El Paraná en una Zamba.
Al comienzo de su carrera integró el mítico conjunto La Tropilla de Huachi Pampa, de Buenaventura Luna, donde destacaba el director del conjunto y Antonio Tormo, que también tendría una exitosa carrera solista.
Eduardo Falú compuso temas que ya forman parte del acervo popular argentino. Su primer éxito fue en 1949 con Zamba de la Candelaria. Pero también fue el compositor, entre otras canciones inolvidables, de La cuartelera, Canción del Jangadero, o Tonada del Viejo Amor. Siempre se presentó con elegante traje y corbata, eludiendo la vestimenta gaucha de otros artistas. Temas de su autoría fueron cantados y grabados por los principales cantantes populares de la Argentina.
Fue un hombre elegante como músico, pero también transpiraba elegancia en el porte: muy alto, llenaba los escenarios con su sola presencia, su guitarra y una voz profunda.. Deja dos hijos, uno de ellos –Juan José- también guitarrista y cantante; y un sobrino, Juan Falú, que es también uno de los guitarristas más importantes de la actualidad.
