martes. 16.04.2024

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El jefe de Gabinete de Argentina | Aníbal Fernández

Aníbal Fernández incluso lanzó una velada e insólita acusación de drogadictos a sus competidores políticos internos, al afirmar: “dejen de comprarle droga a los transas”

@jgonzalezok | A una semana de las elecciones primarias, en las que el jefe de Gabinete competirá por la gobernación de Buenos Aires, Aníbal Fernández ha sido acusado de participar en el negocio de la efedrina, un precursor químico que se vendía a carteles del narcotráfico mexicano para fabricar drogas sintéticas como el éxtasis. Y también de ser el autor intelectual del asesinato de tres empresarios farmacéuticos, que habrían entrado por su cuenta en el negocio.

Las acusaciones las hicieron dos personas relacionadas con el llamado Triple Crimen de General Rodríguez, por el nombre de la localidad de la provincia de Buenos Aires donde aparecieron sus cadáveres en septiembre de 2008. El hecho conmovió entonces a la Argentina, ya que en ese entonces no estaba tan implantado el narcotráfico en el país. Una de las víctimas, además, era un aportante a la campaña electoral de Cristina Fernández, un año antes.

Martín Lanatta, condenado a cadena perpetua por el Triple Crimen, y el empresario farmacéutico José Luis Salerno, socio de una de las víctimas, acusaron a Aníbal Fernández de ser La Morsa, el apodo que repetidamente se mencionó en el juicio por el asesinato del 2008. El frondoso bigote del jefe de Gabinete del gobierno argentino ya fue en su momento una sospecha, confirmada ahora por las dos personas que lo acusaron en el programa Periodismo Para Todos, de canal 13, del Grupo Clarín.

Lanatta -casi homónimo de Jorge Lanata, el periodista que sacó el tema- acusó a Fernández de ser el autor ideológico del triple asesinato y de recibir millonarias cantidades de dólares de narcos mexicanos. En concreto, él mismo dijo haberle llevado en dos ocasiones maletines con más de tres millones de dólares. Salerno, un ex policía que manejaba una empresa familiar de farmacia y que también estuvo detenido, dijo que uno de los acusados por el crimen, que se encuentra prófugo, le aseguró que La Morsa era el jefe de Gabinete.

La reacción de Aníbal Fernández fue inmediata. Acusó simultáneamente al diario Clarín de llevar a cabo una operación en su contra, así como a su competidor en las elecciones internas de este domingo, Julián Domínguez. A éste, antiguo presidente de la Cámara de Diputados, y perteneciente al mismo partido que el jefe de Gabinete, lo acusó de haber financiado la difusión de la denuncia.

Aníbal Fernández incluso lanzó una velada e insólita acusación de drogadictos a sus competidores políticos internos, al afirmar: “dejen de comprarle droga a los transas”. Ante las primeras noticias sobre las acusaciones contra el jefe de Gabinete, Domínguez se había solidarizado con él, pero después consideró inaceptable “la denuncia infundada” de su compañero de partido, añadiendo que Aníbal Fernández “tiene que responder, explicar y aportar racionalidad”.

Los analistas se preguntan ahora cuál será la incidencia de este escándalo en las próximas elecciones. La provincia de Buenos Aires, donde Fernández será candidato, es un distrito tradicionalmente peronista, donde el partido espera una gran mayoría. El caso podría afectar también la candidatura presidencial de Daniel Scioli, el aspirante a suceder a Cristina Fernández.

El todavía jefe de gabinete es uno de los funcionarios más controvertidos del gobierno. Sus declaraciones son generalmente polémicas. En los últimos tiempos se involucró en la controversia por las cifras de pobreza (hace años que el gobierno no la mide), con la insólita afirmación de que Alemania tiene más pobres que Argentina y que el país había eliminado el hambre y la indigencia. También es famosa su frase de que no había inseguridad, solo “sensación de inseguridad”.

Es la segunda vez que Aníbal Fernández ocupa el cargo de jefe de Gabinete. También fue ministro de Interior y de Justicia. Su primer cargo importante fue en 1991, cuando fue electo intendente de Quilmes, una localidad del gran Buenos Aires. En 1994, el diario La Prensa publicó que un juez había ordenado su arresto por una causa que investigaba pagos irregulares por una deuda del municipio con la empresa Aguas Argentinas. Llegó a decirse que había huido en el baúl de un coche y que Carlos Menem le habría ofrecido refugio.

En diciembre de 2010 se conocieron documentos de WikiLeaks que dan cuenta de que los rumores sobre el funcionario eran muy comprometedores. Un informe enviado a Washington por el encargado de negocios de la embajada de EEUU, Thomas Kelly, lo señaló como “perseguido por los rumores de corrupción, incluyendo los vínculos con el narcotráfico”.

Su rival en las elecciones internas, Julián Domínguez, lanzó días atrás una frase enigmática y con claro destinatario: “Jamás me han encontrado en nada sucio”. En el fragor de la campaña electoral, Aníbal Fernández también se enzarzó estos días con el ex gobernador de la provincia de Buenos Aires, Felipe Solá, precisamente por el tema del narcotráfico. El jefe de Gabinete es partidario de legalizar el consumo y sostiene que Argentina es solo un país de tránsito para la droga.

Esta negación ha llevado a enfrentamientos verbales hasta con la Iglesia, que en distintos momentos ha expresado su preocupación por el avance del narcotráfico en el país. Según los últimos datos disponibles, Argentina es el primer consumidor latinoamericano de cocaína y el tercer exportador mundial.

El experto colombiano León Valencia –antiguo guerrillero del ELN-, dijo en una entrevista al diario La Nación que Argentina se había convertido en un paraíso para los mafiosos de la droga y que los colombianos le llevan mucha ventaja a las fuerzas de seguridad argentinas. Su explicación para el crecimiento del tráfico de drogas en el país es que hay factores políticos, tecnológicos y sociales: “la Argentina es un país de fuertes clases medias. Es muy vulnerable porque es un lugar de altos niveles de consumo por su configuración social (…) Por otro lado, las tecnologías permiten que cualquier lugar se transforme en sitio de procesamiento porque es una actividad que puede realizarse a nivel urbano, en una casa, por ejemplo”.

En octubre de 2014, al inaugurar la VI Conferencia de Jueces Federales, el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, exhortó a los demás poderes del Estado a combatir el narcotráfico, ya que “todavía estamos esperando políticas de Estado claras, coordinadas y concretas para que esto suceda”. El año pasado, el dinero que el gobierno argentino destinó a la lucha contra el narcotráfico fue cinco veces menor que el que se destina a la retransmisión gratuita de fútbol.

Grave acusación de un narco al jefe de gabinete argentino