El Pleno del Congreso de los Diputados ha elegido por mayoría absoluta en primera votación a Francina Armengol como nueva presidenta de la Cámara Baja. La socialista ha obtenido 178 votos a favor frente a 139 cosechados por su principal contrincante, la 'popular' Cuca Gamarra.
Armengol obtenía así el apoyo del bloque que conforma la mayoría que ha venido sustentando al Gobierno de coalición: 121 diputados del PSOE, 31 de Sumar, siete de ERC, siete de Junts, seis de Bildu, cinco del PNV y uno del BNG.
Hasta el último momento estuvo en el aire la elección de la presidencia cuyo resultado empezó a despejarse tras el anuncio de un acuerdo entre el PSOE y Junts, cuyos 7 diputados han dado su apoyo a la candidata socialista.
Por su parte, la hasta ahora portavoz del PP ha contado con el respaldo de todo su grupo parlamentario (137 papeletas) y presumiblemente con los dos votos de UPN y CC, ya que han votado los 350 diputados que conforman la Cámara Baja.
La mayor sorpresa en la votación -secreta con papeleta y urna-, llegó con la decisión de Vox de votar a su propio candidato, Ignacio Gil Lázaro, que ha obtenido los votos de los 33 diputados del grupo de la ultraderecha lo que ya de entrada no dejaba ninguna opción al PP para hacerse con la presidencia.
A una escasa hora de que diera comienzo la sesión en el edificio de la Carrera de San Jerónimo, Junts anunciaba su acuerdo con el PSOE, cuyas principales líneas desgranaba poco después el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, que también desvelaba en paralelo la decisión de su partido de apoyar la investidura de Armengol, tras el compromiso adquirido por los socialistas de reconocer por ley el uso de las lenguas cooficiales en el Congreso y la constitución de una comisión de investigación sobre el ‘caso Pegasus’, entre otros asuntos.
Inmediatamente después de la votación, el partido de Carles Puigdemont hacía público un comunicado donde detalla el contenido de la negociación culminada con el PSOE para la elección de la Mesa del Congreso.
Una de las primeras decisiones tomadas por Armengol ha sido permitir desde ya el uso del catalán, el gallego y el euskera en la Cámara Baja.
