viernes. 19.04.2024
Sostenibilidad

Greenpeace pinta un gigantesco sol en Barcelona en apoyo a las renovables

Coincidiendo con el solsticio de verano, una veintena de activistas de Greenpeace ha pintado un gigantesco sol de 50 metros de diámetro en la plaza de Francesc Macià de Barcelona, en plena Diagonal, para apoyar a las energías renovables y reivindicar el fin del impuesto al sol, así como que la ciudadanía pueda acceder a las energías limpias. El grupo de activistas ha utilizado más de 2000 litros de pintura ecológica para trazar un sol que rodeaba la plaza, cuyos rayos se extendían en las diferentes vías que parten de la glorieta.     

Con esta acción, la organización ecologista pone de manifiesto la "falta de responsabilidad del Gobierno de España para cumplir con los compromisos adquiridos en el Acuerdo de París. Greenpeace realizó una actividad similar en la plaza del" Arco del Triunfo de la capital francesa en el año 2015 durante la celebración de la Cumbre del Clima para recordar que la energía limpia es un derecho. Greenpeace denuncia además "el empeño del Gobierno español en boicotear, en España y en Europa, el derecho ciudadano a participar de la transición energética hacia las energías renovables como motor de los esfuerzos para frenar el cambio climático y le pide que elimine el Impuesto al Sol así como las trabas administrativas al autoconsumo".

La organización ecologista ha aprovechado la ocasión para pedir a la Generalitat de Catalunya, y por extensión al resto de Gobiernos autonómicos, que no deje pasar la oportunidad de legislar a favor del autoconsumo compartido, especialmente tras haber conseguido el fallo del Tribunal Constitucional que ha tumbado la prohibición plasmada por el Gobierno en el Real Decreto 900/2015 de Autoconsumo. 

En España una de cada tres personas podrían participar activamente en la energía produciendo su propia electricidad de forma individual o colectiva con renovables o participando en servicios de gestión de la demanda para mediado de siglo alcanzando a generar hasta la mitad de la electricidad necesaria en España.

La transición energética ya ha empezado a nivel global y es imparable, pero para que ocurra lo suficientemente rápido como para salvar el clima deberán sumarse millones de personas produciendo e intercambiando energía limpia. Dejar a la ciudadanía fuera simplemente no es una opción. El sol es de todo el mundo, al contrario de lo que pretende el Gobierno español” ha añadido Pizzinato.  

A lo largo de este año Greenpeace llevará el símbolo del Sol de París a muchas otras ciudades europeas y en España ha abierto una web para que la ciudadanía exija a Rajoy su derecho a participar en la transición energética limpia.

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